El león asiático (Panthera leo persica) es la única subespecie de león que puede encontrarse actualmente fuera de África.
Se trata de uno de los felinos más amenazados del mundo, pues su población en estado salvaje se reduce a unos 411 ejemplares (en 2010) localizados en el Bosque de Gir, una zona protegida de 1.412km² situada al sur del estado indio de Gujarat.
Debido a su escasez en libertad, el león asiático es una pieza muy valorada por losparques zoológicos, donde se potencia su reproducción en cautividad. Se estima que existen alrededor de mil leones asiáticos en los zoológicos de todo el mundo.
El león asiático recuerda en todo a sus parientes africanos, aunque se pueden citar algunas sutiles diferencias. Para empezar, es un poco más pequeño y menos corpulento que los leones africanos, rondando los 160 – 190 kg en el caso de los machos y los 110 – 120 kg en el de las hembras.
Los machos alcanzan una longitud de 1,70 – 1,80 m de largo más 70 – 105 cm de cola y hasta 1,07 m a la altura de la cruz, el macho más grande registrado en el bosque de Gir medía 2,92 m de largo incluyendo la cola, y tenía un peso de 190 kg.
Las hembras, desprovistas de melena, son considerablemente más pequeñas, pues su longitud es de sólo 1,40 – 1,60 m sin contar la cola.
Los leones asiáticos también tienen el pelaje ligeramente más claro, y la melena rojiza y más corta en los ejemplares salvajes, en especial en la parte superior de la cabeza (razón por la cual, las orejas de los machos son siempre visibles), la melena se prolonga a lo largo del pecho de forma similar a la de su más próximo pariente, el león del Atlas (Panthera leo leo).
El mechón de pelo en los codos es más notorio.
También hay algunas características únicas en el cráneo que sólo comparten los leones norteafricanos y asiáticos. Y por último, los leones asiáticos siempre poseen un doblez longitudinal en la piel del vientre, característica muy escasa en los leones de África.